Así lo dice Beatriz Hernández, vecina del barrio Popular 1, pero bien podría decirlo cualquiera de las tantas mujeres que caminan día a día la Comuna 1 – Popular. Sus palabras no hablan solo de ella: son el reflejo de lo que viven muchas mujeres que trabajan, que organizan, que cuidan y que a pesar de todo siguen de pie.
Mujeres que sostienen la comuna:
En nuestros barrios, las mujeres son la base. Se levantan temprano para organizar la casa, van a reuniones, participan en procesos sociales y, al mismo tiempo, cargan con la crianza y el cuidado. Mucho de ese trabajo pasa desapercibido, pero sin él la comuna no funcionaría.
Desde ComunaPopular.org queremos visibilizar esas voces, porque sus historias son las que sostienen al territorio, aunque pocas veces se reconozca.
Mariangel Atehortúa Martínez
Melissa Montoya Rivera
La historia de Beatriz:
Beatriz tuvo que criar sola a sus hijos desde que eran pequeños. No tuvo un empleo fijo ni ingresos seguros, pero siempre encontró la manera de salir adelante. Entre pagar arriendo, servicios y el mercado, también buscó tiempo para formarse, para participar en programas y para acompañar a otras mujeres.
“Me tocó repartir los roles del hogar con mis hijos desde muy temprano. Eso hacía más ligera la carga y me permitía estar en programas, formaciones y, al mismo tiempo, acompañar a otras mujeres en su proceso”, recuerda.
Hoy, después de tantos años, Beatriz está a punto de graduarse como profesional. Lo dice con orgullo, porque sabe que no ha sido fácil, pero también porque entiende que su vida es ejemplo para sus hijos y para la comunidad.
Compromiso con el territorio y un mensaje para las nuevas generaciones:
Para ella, la satisfacción más grande ha sido cumplir con su familia y a la vez servirle al barrio. “El hecho de brindar oportunidades de transformación al territorio, a mi casa, a mi hogar, hace parte de una responsabilidad social que es de todos y todas”, afirma.
Ese compromiso lo comparten muchas mujeres de la comuna. Mujeres que no paran, que buscan alternativas, que encuentran maneras de sostener la vida aunque las condiciones no sean las mejores.
Como dice Beatriz, hay que luchar por lo que se quiere, hay que luchar por los sueños y las metas, tanto individuales como colectivas. La esperanza no se puede perder. Debemos seguir construyendo y transformando, generando alternativas para mejorar la calidad de vida de las mujeres, no solo de las lideresas, sino de todas. Porque si yo no estoy bien, nada está bien.